Removiendo papeles y recuerdos
Hay días, el calor del verano es idóneo para ello, que me
pongo en plan “Marie Kondo” y a ordenar, que incluye tirar muchos papelotes.
Tener bastante espacio en casa origina ir guardando todo y
como tengo una edad avanzada, aún recuerdo las máquinas de escribir, el papel
carbón para hacer la copia y el acúmulo de tantas cosas laborales,
profesionales, personales…
Hace dos años, fecha de mi jubilación anticipada, ya hice
una gran “limpia”.
Entre otras muchas cosas guardo todas las nóminas, mes a
mes, de los 43 años trabajados, no soy capaz de tirarlas aún. Del Ministerio de
Educación, la Consejería de Educación Madrileña y del INSS (Seguridad Social entonces).
He reciclado muchas horas de estudio, trabajo y gestión.
Lo de mi colegio me ha emocionado especialmente, unas veces
me ha provocado sonrisas, alguna que otra, lágrimas.
Siento que no he sido valorada administrativamente y
económicamente, no he sido la única, todavía estoy en proceso de perdón y
olvido.
Siempre dije y lo mantengo que soy millonaria en afectos, en
cariño, abrazos y besos.
Y hace un rato he encontrado esto, del siglo pasado, sobre
1993 y lo he compartido con Idoia Ugarte, lo preparamos para participar en un
Congreso Internacional de Pediatría en Toledo.
Contactábamos por teléfono fijo y creo recordar que nos
vimos presencialmente antes del congreso. Otras maneras de trabajar muy
distintas a las actuales, ni mejores ni peores.
Este grato recuerdo lo podré con otros que me hacen rememorar
qué desde hace muchos años, antes de existir AMECE, tenía inquietudes
profesionales que compartía en muchos foros, había que visibilizar la enfermería
escolar e inicialmente sobre todo la Educación Especial.
Sigo, ya queda menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario