domingo, 13 de enero de 2019

“LO QUE FUNCIONA, NO SE TOCA"





Terminando la mañana de un domingo frío pero con mucha luz.

Tranquilamente estudiando por placer para extraer datos que necesito, esta semana, tengo que dar dos charlas de EpS en el colegio.

Una para Enfermeras que se están especializando en Pediatría de distintos Hospitales Madrileños (EIR Pediatría) y otros alumnos de distintos perfiles profesionales que hacen sus prácticas en el cole : “CPEE María Soriano y Enfermería Escolar”.

La segunda, para profesionales del colegio, actualizando datos y que suelo impartir todos los años o lo hace algún alumno EIR en periodo de prácticas: “Principales Diagnósticos Médicos y de Enfermería, Evolución y Cuidados”.

Música relajante, neuronas funcionantes, paz…

Muchos profesionales sanitarios dedicamos horas de nuestro tiempo libre para formarnos y formar/informar y lo hacemos disfrutando doblemente por lo que aprendemos y por lo que compartimos.



Y según iba renovando o dejando diapositivas de la presentación, pensaba en el artículo que leía ayer 

"El Gobierno diseña el traspaso de 35.000 alumnos con discapacidad a aulas ordinarias. Valencia 


y no sé  si sonreía, pero sí que pensaba, ¡venga!, a estos alumnos que los lleven a centros ordinarios.

Me gustaría tener más tiempo para argumentar, exponer, reclamar, pero soy consciente que mi tiempo en activo ya es escaso, como pocos son los momentos para poder disfrutar como hoy.

Cierro,  cambio de actividad y hasta mañana no toca más ciencia y arte enfermero.



domingo, 6 de enero de 2019

SUEÑOS Y DESEOS





Y los Reyes Magos (SS.MM.) han llegado puntualmente un año más  cumpliendo algunos deseos y dejando algunos sueños por cumplir.

Personalmente, he recibido más de lo que esperaba de cosas materiales, me han gustado mucho y se lo agradezco y por cierto no me han traído carbón, como decía un chiste que me enviaron estos días, si lo traen que entreguen también las chuletas para la barbacoa…

Hoy ya va tocando,  esta tarde probablemente, ir recogiendo el nacimiento y el árbol y prepararse mentalmente para volver al cole.

Durante muchos años volvía con ilusión, he de reconocer y quién me conoce bien lo sabe, que últimamente vuelvo porque no tengo más remedio y lo único que pido es que no cambien más las leyes que me permitan la prejubilación en dos veranos.

¿Quiere esto decir que trabajo desmotivada?

Pues no, solo expresa que a determinadas edades es mejor retirarse del todo si se puede o al menos cambiar de actividad hasta tener la edad de retirada definitiva, dentro de mi querida profesión, a otro nivel.

Y el día 8, aunque ya lleve durmiendo regular 2 días, me sentiré feliz de nuevo al ver a los alumnos y compañeros, lo que viene a llamarse reinventarse y vivir lo que nos toca a cada cual.

No puedo entender, aunque les respeto, a las personas que pudiéndose jubilar porque sus convenios así lo recogen, siguen en activo, probablemente tengan miedo a la vida después de muchos años de ir a trabajar o perder ciertos incentivos económicos que se dejan de percibir cuando llega la hora del ansiado “júbilo”.

Mi gran sueño es llegar al menos en las condiciones que estoy ahora, a decir adiós al trabajo “obligatorio” y empezar a cumplir sueños pendientes mientras se pueda, son sencillos, viajar mucho y escribir, sobre todo de lo que más sé, Enfermería Escolar y pasar a limpio los escritos de mi padre que llevan años guardados en una carpeta y algo más que no puedo revelar.

No se puede estar ya casi 39 años que en Mayo los cumplo, en el mismo sitio, en un colegio singular y tan específico y con tanta carga asistencial y emocional. Lo cierto que mi salud mental está tocada, léase agotamiento generalizado que ya no logro ni recuperar los fines de semana y vivir pensando en las próximas vacaciones, no es saludable.

Como muchas enfermeras, cuando terminé la carrera, trabajé en dos sitios, en un “MINI”, es decir un Centro de Salud y en actual CPEE María Soriano.

Por tanto siendo Estatutaria en el Sistema Nacional de Salud entonces, solicité una excedencia que aún conservo y opté por el colegio, porque pude conciliar la vida familiar y laboral como mujer, ya venía de camino mi hija.

Y ya se sabe que todas las decisiones tiene sus consecuencias, nunca me arrepentiré de haber trabajado donde lo hago, aunque las enfermeras escolares de entonces hemos ganado mucho menos económicamente que si estuviéramos en Sanidad y en Educación, ni siquiera como los maestros de Infantil y Primaria de igual titulación académica.

Y lo peor, aunque también es importante el dinero, es el olvido permanente de las distintas administraciones públicas y por supuesto de los sindicatos,  a nivel profesional.

Mi sentido del humor con tendencia a la ironía como mecanismo de autodefensa, me hace sonreír cuando desde el año 2014, en la Comunidad de Madrid, Sanidad empezó a contratar a la Enfermeras Escolares y cuando leo los foros y las preguntas como:

¿Qué hace una enfermera en un colegio?

Y lo entiendo, tienen los primeros síntomas de “pánico” porque están solas como autoridad sanitaria y garante de salud de los alumnos.

¡Oye! Que no me dan días por formación, ni canosos, ni moscosos….

Y lo más recurrente: ¡NO COBRAMOS LA CARRERA PROFESIONAL!

Bienvenidas al ámbito educativo y tenéis suerte las que os estáis incorporando, ya se han publicado y no es una inocentada:

 

En el BOE 28 DIC RESOLUCIÓN N.º 14/2018, DE 23 DE NOVIEMBRE DE 2018, POR LA QUE SE ORDENAN DETERMINADOS ASPECTOS DEL EJERCICIO PROFESIONAL ENFERMERO EN EL ÁMBITO DE LA SALUD ESCOLAR Y OTROS CENTROS EDUCATIVOS.




Os recomiendo su lectura, son la base de la futura Especialidad en Enfermería Escolar, por tanto algunos que me llamaban “visionaria” y otras cosas, siempre desde el cariño, solo me queda decir que casi todo llega, eso sí, hay que currárselo..

Y tanto a nivel de la Comunidad de Madrid que han visto por fin la gran fortaleza que tienen en los colegios y Comunidad Autónoma pionera y referente a nivel Nacional con sus más de 500 Enfermeras Escolares, como a Nivel Nacional se están moviendo muchos temas que van a favorecer que un perfil profesional ignorado durante décadas, esté en el lugar que le corresponde con sus Competencias Profesionales claras y esperemos que a nivel presupuestario nos equiparen a todos los profesionales enfermeros, sobre todo a los pocos que quedamos “sin carrera profesional”.

En el recién terminado 2018, celebramos el 10º Aniversario de la Asociación Madrileña de Enfermería en Centros Educativos y el 1º a Nivel Nacional e Internacional.

Largos años de trabajo intenso, visibilizando y empoderando la Enfermería Escolar,  y desde hace unos dos años, nos acompañan muchas entidades que incluso que se proclaman “los descubridores e impulsores” (¿ironía?), un poco solo.

La historia, si se escribe bien, debiera colocar a cada cual sus medallas, sus logros y sus esfuerzos, me alegro que entre muchos, algunos sin haber pisado un colegio desde su adolescencia, estemos logrando avances importantes, todo suma y en esta complicada ecuación de segundo grado como mínimo, el orden de factores si altera el producto final, al menos el del rigor histórico, importante para no repetir errores metodológicos y conceptuales.

Y aunque este escrito personal, escrito en mi blog, pueda parecer “quejica”, que lo es también, sobre todo pretende ser esperanzador para muchas enfermeras que les gusta trabajar en el ámbito educativo, que desembarcan en los colegios y no están tan solas como estuvimos las primeras, porque tienen más amparo administrativo y producción científica propia elaborada por AMECE y desde hace 1 años por AMECE.N.I. y el futuro lo construirán y mejorarán ellas.

Y el día 8, pasado mañana, volvemos a los colegios, con la cartera o mochila llena de esperanza y a la espera de nuevas noticias, seguro que positivas.




Gracias por la magia de la vida que nos dejan cada Navidad SS.MM.







martes, 1 de enero de 2019

BIENVENIDO 2019





Ayer, último día del 2018, volví después de algunos años a la casa donde nací, el pìso de mis padres y que ahora es de uno de los hermanos, el que yo denomino “el artista”.


“En el Madrid de las Vistillas”  que se escucha en uno de los chotis más populares , ahí es ná, transcurrió mi infancia y adolescencia . 

Cuando vivían mis padres, la Nochevieja era el día que nos juntábamos todos allí con las familias, como  la mayoría, nada destacable, se está bien juntos y los más jóvenes después de las uvas desaparecían.

Este año, cada familia llevaba un plato, a mí me tocó el primero que ya llevaba hecho de mi casa y cuando hube echado los fideos a la sopa, me fui a pasear por mi viejo Madrid que siempre añoraré y que sé que no podré nunca  vivir por allí, bueno nunca se sabe, será un sueño no prioritario ahora mismo.

De las Vistillas a La Latina, Calle Toledo, Plaza Mayor, no pudimos llegar a la Puerta del Sol había largas colas para identificar/registrar a los que iban a seguir las campanadas en la misma, dimos la vuelta bajamos a la calle Mayor, calle Bailén por el Viaducto y ya estábamos de nuevo en casa, los comensales ya estaban llegando.




La casa ha cambiado, está bonita, distinta,  y eso me ayudó a no añorar tanto el pasado, confieso que volver me revolvía muchas emociones y sinceramente me alegré de ir y superar uno de mis miedos  internos, que me ha permitido dormir en paz y levantarme de buen humor  y satisfecha y no he madrugado...

Y esto se lo debo también a mi familia, aunque faltaba un hermano, estábamos los otros 4 y nuestras proles e incluso un casi miembro que conocimos ayer, “Fernandito”, total 14, en un ambiente de alegría, risas y la comida estupenda, el menú da igual, estaba todo espectacular.

Y quise dar un discurso,  ya se sabe antes de las uvas y la verdad es que no había manera de decir una frase sin que algún graciosillo soltara un chascarrillo, todos tenemos mucho arte humorístico, total que repetí al menos 10 veces “Querida Familia” y lo que pretendía decir y dije a saltos y risas, es que me alegraba mucho de estar todos juntos,  que les quería y me sentía fenomenal con ellos y solicité a mis sobrinos un deseo: que me escriban o llamen una vez al mes, porque apenas les conozco cómo son, lo sé a través de mis hermanos y la propuesta de juntarnos alguna vez más aunque no sea Navidad.

Porque, será la edad que me está volviendo muy  selectiva (y no me lo pienso mirar) y hasta más reflexiva y la familia, con sus fortalezas y debilidades , si se cuida claro, siempre está , SIEMPRE, aunque por vivir en grandes ciudades podamos vernos físicamente menos.

Y como quedamos en no subir las fotos a las redes, pues solo subo las que salgo yo y los que saben mucho de informática ya sabéis que tenéis que hacer un pequeño álbum para todos.



Y para mis amigos Vistilleros, ayer estaba así nuestra esquina donde nos esperábamos al salir de clase…




Feliz Año 2019, 365 días llenos de oportunidades, a por ellas.