Lo que vengo a llamar humor imprescindible en
la vida y en el de una Enfermera Escolar mucho más, digamos que elevado a la
enésima potencia que debe ser una cifra muy muy alta.
HUMOR – Escríbelo muchas veces para
interiorizarlo y sobre todo practica empezando el día frente a un espejo con
una sonrisa, prueba superable y que conlleva alegría para todo el día. Reírse
de uno mismo, primer principio activo de la Risoterapia, de gran utilidad en el
mundo actual y si consigues reírte CON los demás y No de los demás, estado zen
permanente.
Hace dos años, 2017, hice un Decálogo de la Enfermería Escolar que
como todo arte y ciencia enfermero tendré que actualizar pero no tengo ahora ni
tiempo ni muchas ganas.
Relataba en él, con el siguiente escalón de la
ironía: el sarcasmo, lo que vienen a ser amargas realidades de las enfermeras
que trabajamos en el ámbito educativo, las que llevamos años en un ambiente no
hostil, pero en algunas ocasiones nada
amigable y la mayoría aceptable a ratos.
En casi 40 años en el mismo colegio (me produce
vértigo el número) evidentemente he sabido ocupar un sitio digamos que al menos
no me moleste en exceso, aún con los muchos y a veces inexplicables cambio
normativos, adaptándome a ellos, las leyes educativas siempre van unas décadas
por detrás en general y en concreto y en la Comunidad de Madrid donde casi 600
profesionales enfermeros laboran en colegios, nos tienen en el limbo más
absoluto cuando es muy simple de verdad, reconozcan que tienen Enfermeras y
Enfermeros con capacidad académica y profesional de primera línea, autoridades
sanitarias y garantes de salud de la comunidad educativa.
¡Ojo al dato! AUTORIDAD SANITARIA
En mis tiempos, ya voy siendo una reliquia o
fósil, a la autoridad se le hacía caso y también vamos a decir que se le
planteaban propuestas de mejorar que es más pertinente poner aquí.
Y esa autoridad no emana de ninguna divinidad
conocida, es fruto de estudio permanente tras una carrera universitaria de 4 años
y muchas habilidades unas que vienen de serie y otras que se aprenden y se
desarrollan si se quiere.
Por tanto estamos cansadas del ninguneo
permanente y no solo el laboral que es para llorar días enteros, el profesional
duele si cabe más, porque siempre tuve claro que no elegí ser enfermera para
hacerme rica monetariamente , soy millonaria en emociones que los de los
despachos no podrán vivir nunca.
Con esto no quiero decir, por si acaso, que no
quiero ganar más a final de mes, quede claro no me vayan a linchar algunos.
Exiijo/mos, mayor dignidad profesional, no ser
cuestionado nuestro trabajo diariamente y menos por docentes y no docentes, que
no tienen competencias para discernir una urgencia vital de un simple catarro
por ejemplo.
Conste también y reconozco públicamente que admiro la labor de la mayoría de docentes
y no docentes, pero zapatero a tus zapatos y juntos mejoraremos lo que nos
propongamos.
Y por pedir, se acerca Papa Noel y los Reyes
Magos, que no quede:
Que nos dejen realizar nuestras Competencias
Profesionales que nos las sabemos muy bien, que las enfermeras lleguen a los
colegios de toda España sabiendo los directores y directoras el gran valor
añadido que significa tener estos profesionales en las escuelas, que se encuentren
con protocolos de actuación Enfermeros en el ámbito educativo consensuados y no
como hasta ahora con la producción científica de AMECE., estupenda por cierto.
Y por supuesto: #alcoleconenfermera
Nota de la autora:
Estoy de baja laboral espero que pocos días,
nada grave, los que me quieren lo saben y les doy las gracias por su interés.
Al tener más tiempo, ciertas ideas vienen y
hoy he podido plasmar algunas que sé que nos preocupan a muchas enfermeras y lo
sé por los muchos correos que nos envían y la mayoría de temas son
solucionables desde el conocimiento de una profesión a la que hay que respetar
mucho más.
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