A lo largo de la vida se van marcando en la
misma distintos puntos: el seguido,
punto y aparte, dos puntos y a ciertas edades o como consecuencia de hechos contundentes
de diversa etiología, se puede tener o vislumbrar un punto de inflexión que no
siempre es fácil resolver y por supuesto el punto final, que después a saber
qué es lo que hay, este de momento le dejamos.
Vamos caminando, generalmente poniendo “comas”, el punto
seguido cuando dentro de un proceso, cerramos etapas pero seguimos en ello porque
no hay más remedio o porque nos favorece y continuamos.
Cuando ya nos permiten o nos permitimos y es
excesivo el coste emocional, podemos poner generalmente un punto y aparte y cerrar
ese proceso definitivamente, vaya que ya no formamos parte del mismo árbol de
la vida, caminos diferentes.
Y entre exclamaciones: !el punto de inflexión!
, que bien aleatoriamente o buscado puede aparecer y hay que tomar
decisiones, lo que viene a ser
coloquialmente abrir una puerta y cerrar otras y dejar alguna entreabierta.
Y entre puertas hállome vacilando, será esta u aquella, ¿aparecerán
más puertas y estarás detrás de ella?
No hay comentarios:
Publicar un comentario