MAS - Mascota del CPEE María Soriano, para los amigos: Sorianito |
Hoy ha comenzado el curso escolar 2017-18 en
la Comunidad de Madrid para los profesionales docentes y no docentes, los alumnos llegarán el día 8 de
Septiembre.
Sinceramente, la semana previa a
reincorporarme al trabajo empiezo a tener distintos síntomas desagradables, me
cambia algo el humor y el sueño entre otros.
Pero esta mañana me levanté contenta, mi
profesión y trabajo me gustan, el descanso vacacional se nota y reencontrar a
los compañeros y bien es siempre una alegría.
He ido con tranquilidad, escuchaba música, hoy
no quería escuchar noticias de actualidad como hago habitualmente y pensando: qué
pereza volver a las rutinas mientras, como no, tarareaba el "despacito déjame
sobrepasar tus zonas de peligro………"
Hoy, que
además es viernes, no pensaba más que saludar, preparar alguna cosilla para la
semana que viene, con los más allegados tomar un café y por supuesto contarnos
los viajes, las vacaciones, lo normal vaya.
Al poco rato he recibido una llamada que
agradezco, se me ha borrado la sonrisa y he sentido mucha rabia, dolor y
tristeza.
Esta pasada noche una de nuestras alumnas en
régimen de internado en el CPEE María Soriano ha pasado a engrosar la lista de
estrellas que sin duda y como todos los demás alumnos que están en el cielo nos acompañarán y guiarán.
Hemos acudido al tanatorio a dar un abrazo a
sus padres, hermanos y abuela con los que a lo largo de algunos años hemos
compartido los cuidados y el cariño a Lucía.
Era mi segunda adjunta en la Dirección de
Enfermería del colegio, tengo dos para que me ayuden en la ardua labor de la
supervisión y tras el disgusto inicial, viendo un par de vídeos que nos han
enseñado los padres de este verano y ver que estaba tan feliz, nos hemos
sentido reconfortadas y según volvía a casa he recordado muchas cosas vividas
con esta niña de 12 años.
Y como hablaba esta mañana con José Luis, DUE
y uno de los “amores de Lucía”, nos quedamos con su inmensa sonrisa, sus ojos
preciosos, su picardía y alguna trampilla que hacíamos conjuntamente cuando se cansaba de
estar en clase y nos la llevábamos a enfermería.
La profe “nos regañaba
cariñosamente” en las reuniones porque Lucía era muy lista y tenía que estar en
clase, pero estaba superando un postoperatorio complicado y negociábamos con la niña sus idas y venidas, en concreto José Luis tenía vía libre para decidir, en
función de su estado de salud, donde debía estar Lucía.
Dormía en Enfermería desde hace unos meses por
su necesidad de múltiples cuidados sanitarios y a primera hora, las dos adjuntas
coincidían en aerosolterapia y sonrío recordando esos ratos tan divertidos,
como hacía de rabiar a los chicos sobre todo, porque era una gran
conquistadora.
Y sus carcajadas.
Sé que muchos compañeros se enterarán por
estas letras y que sentirán una inmensa pena, porque es imposible no querer a
nuestros alumnos, ya lo he escrito en más ocasiones, en este trabajo además de
los aspectos meramente profesionales de todos y somos muchos y variados, se
respira amor y cariño por todas las esquinas hacía “nuestros niños y jóvenes
escolarizados”.
Y también nos duele cuando se van, por eso cada uno como puede y sabe, gestiona sus emociones.
Pero el gran amor de Lucía era su padre, no
tenía rival, era todo para ella se le iluminaba la cara cuando le decíamos que
venía a buscarla.
Para esos padres, hermanos, abuela y demás
familia, este pequeño recuerdo-homenaje y un extenso abrazo de toda la
Comunidad Educativa del CPEE María Soriano.
Hemos tenido la gran suerte de recibir mucho
amor por parte de Lucía y la hemos querido mucho.
Siempre que miremos al cielo
veremos su preciosa cara y su gran sonrisa.
D.E.P. querida niña.
En la foto, su querido José Luis |
Y con este escrito intento cerrar mi duelo
personal y trasmito a la familia nuevamente el cariño y ánimo de todos los
profesionales del CPEE María Soriano.
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