LA ANTI-CALIDAD

Y la liga de fútbol sigue y sigue
El presidente del equipo de fútbol hace y deshace a su antojo, no escucha ningún indicador de calidad, que claramente le dicen los puntos débiles y que cada vez hay menos puntos fuertes.
Él es el dueño y señor de un feudo al que somete, porque como en el fondo no se entera de los partidos, cada jugador va a lo suyo y nadie controla la relación coste-eficiencia, vamos pasando partidos, da igual que haya lesionados, que los pañuelos y abucheos sigan semana tras semana.
Pero en el anterior capítulo (Viva la Calidad), no dije algo primordial. Este equipo de fútbol no es privado, es una entidad pública, y al presidente no dejan que cada 4 años le votemos como ocurre en otros equipos, el plus tan extraordinario que les han dado hace unos 2 años a todos los presidentes, revierte en tener a sus jugadores e incluso a alguno de sus directivos machacados.
Ninguna Ley, Norma, Protocolo pueden hoy en día, o no deberían convertir en “inhumanos” a personas. Y quién hace la Ley, hace la trampa.
Cuando una persona que dirige un equipo humano, que tiene un durísimo trabajo, no es capaz de mirar a los ojos a la persona con la que habla…. es un indicador claro de algo que todos sabemos muy bien
Por cierto, no me gusta el fútbol y el otro día estaba más motivada, porque “la roja” me hizo pasar buenos momentos en el último y reciente mundial, pero es un negocio que conozco superficialmente y tampoco me interesa saber mucho más.
Pero en el terreno de juego, dónde sudo la camiseta a diario, me están dando unas ganas irrefrenables de parar de jugar y sentarme, total, me van a pagar lo mismo y lo único que no puedo pasar es del sueldo penoso, pero nómina al fin, que necesito para vivir. Y esos euros me los llevo igual, juegue o me quede en el banquillo.
Y vivo muy bien, porque me voy a casa contenta la mayoría de los días, porque a pesar de ese presidente, el entrenador y algunos más, pocos la verdad, que sólo piensan en sí mismos, eso sí que saben publicitar y vender de maravilla, y trasladar al exterior que en este Centro no hay NO CONFORMIDADES ( JA JA), pues a pesar de ellos, las experiencias que he vivido en 30 años de jugadora ,no sé si de portera, defensa, medio campo o delantera, esas no las han tenido nunca ellos.
Los que me quieren de verdad, me dicen que me limite a jugar lo imprescindible y sé que lo hacen porque no quieren que me lesione, ellos me han visto pasarlo muy mal, cosa que nos duele, pero ahora ya tengo experiencia y aunque recibo alguna que otra patada, ya no me producen el mismo daño, me he puesto protectores de “espinillas” y sobre todo con los años he aprendido mucho, aunque me haya tenido que formar sin apoyo de los que deberían fomentar que sepamos más. Y no sólo hablo de formación académica, hablo de otro tipo de formación en CALIDAD HUMANA, que cierto es también es responsabilidad de cada uno el hacerlo o no.
Y lo que más he aprendido, y sigo aprendiendo que la vida avanza muy deprisa y para alguno de nuestros “clientes” más aún y que mi objetivo principal es la mejora de la calidad de vida de los mismos, por lo que sigo jugando el partido y ganando cosas que ni se enteran el presidente, el entrenador y alguno más.
Doy amor en el sentido más amplio de la palabra y vuelve a mi multiplicado. Por tanto soy feliz en mi trabajo y fuera de él.
Cierto es que gracias a las técnicas de relajación y la paciencia (aunque tengo fama de impaciente) y sobre todo la constancia, puedo seguir levantándome cada mañana, mirarme a los ojos y decir: a por otro día estupendo.
Por tanto, aunque trabajo en un sistema de calidad- anti-calidad, mientras no pueda cambiarme de equipo, que sigo intentándolo y no porque no sepa jugar, que juego muy bien, seguiré llegando a casa muy cansada y pensando “váyase señor presidente” que nos tiene hartos, mejor no, a ver si los muchos que le critican por los pasillos hacen una Moción de Censura…perdón, se me olvidaba, este sistema anti-calidad, no es democrático!