Por
fin se visibiliza y se empieza a conocer los muchos problemas de salud mental
que hay en la población.
Y
a nuestro lado y sin que lo parezca, tenemos muchas personas que lo ocultan por
no quedar “estigmatizados”, nadie queremos ser el loco/a de turno y NO SOMOS TODOS LOS QUE ESTAMOS,
NI ESTAMOS TODOS LOS QUE SOMOS
Voy
a hablar en primera persona, como afectada por un proceso depresivo ya casi
crónico, causas exógenas y principal síntoma: la ansiedad.
¡Vaya!
Que te estás enterando leyendo estas líneas…..
Porque
socialmente soy una persona alegre, empática, “muy fuerte”, imposible que seas “una
débil mental”.
Tampoco
mucha gente sabe que soy muy muy hipoacúsica, de hecho, piensan cuando lo digo
que es una de mis bromas y no, desde que nací o desde que recuerdo, soy bastante
sorda, muchas operaciones y llevo unos estupendos audífonos desde los 49 años.
La
mascarilla, me ha vuelto mucho más sorda, no leo los labios, pero he comprobado
que también le pasa a los normo oyentes.
Retomemos
la salud mental, lógicamente, lo sabe quien debe de saberlo, he tenido que oír
chorradas auténticas fruto del gran desconocimiento de estos trastornos
mentales, en fin, que te rompes una pierna o eres hipoacúsica y no te importa
compartirlo, pero no, decir que tienes épocas muy “jodias” anímicamente, eso no
lo contamos.
A nivel laboral y profesional no he recibido ninguna “atención especial”, se me negó hace años el traslado a un sitio con menos carga emocional, porque y literalmente me dijeron en Riesgos Laborales: “si fuera una artrosis se te adaptarían las funciones, la depresión no está en el catálogo” . Y Santas Pascuas, el resultado ha sido estar 41 años y 9 meses en el mismo colegio y con momentos muy complicados generales y particulares.
El
anterior director, me decía: yo no soy médico, si estás mal, que te den la
baja, había muchos mecanismos antes que
una baja médica, porque “producía y mucho” a pesar de “mis momentos”.
La actual directora, conocedora de esta situación, omito de momento sus actuaciones al respecto, al menos hasta que me jubile del todo, pero cero patatero en empatía y otras cuestiones. La perdono.
Desconocimiento generalizado social.
Conclusiones:
Felizmente
en jubilación parcial, el 9 de Septiembre 2021, jubilación anticipada y estoy
segura que es entonces cuando hasta podré dejar el antidepresivo.
He
conocido psiquiatras, psicólogos y enfermeros de salud mental estupendos, me
han ayudado mucho a lo largo de los años y además de llorar, nos hemos reído un
montón.
También,
curiosidades de la vida, soy especialista en salud mental y ojito “cómo está el
patio”.
Hora
de piscina, cambio y corto, por cierto, hay que hablar con las personas que
están deprimidas, en la medida que ellas quieran compartir contigo, pero, ¿¿¿por
qué cuando he estado algunos periodos mal, no me pregunta la gente, pero si
tenía una bursitis en el codo, recibía muchas llamadas y mensajes???.
Tanta PAZ hallaré como PAZ encontraré.
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