Tras dos semanas de forzoso parón griposo a
pesar de estar vacunada, parece que el cuerpo está sincronizándose nuevamente
con la masa gris y retomaremos la actividad laboral también.
Han sido días complicados por la fiebre
continua y el malestar generalizado y pensar todo lo que tenía y no podía
hacer.
Y tiempo para reflexionar entre sueños confusos, frío y calor.
Hoy que creo que ya no me voy al más allá de
momento, puedo constatar que de vez en cuando la vida me detiene a la fuerza
porque yo sola no sé hacerlo, es más, cuando me preguntan que cómo tengo tanta
energía suelo sonreir, porque es una fácil receta, eso sí, hay que tener
aprendizaje y arte para mezclar y cocinar bien esos ingredientes.
Y poco más que decir, que la nueva lista que
hice ayer de cosas pendientes hecha está y que tendrá que ir resolviéndose desde
la calma, lamento la tardanza en contestar algunas cosas, pero tenía que
pelearme un poco con algunos virus, bacterias o vete tú a saber si eran molinos
de viento amigo Sancho.
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