Me encanta el domingo por la mañana, mientras
tengo de fondo mentes criminales y hago algunas de las muchas cosas pendientes,
hasta que corto y cierro y al jardín a leer, a percibir colores y olores de
primavera que presagian la cercanía de las vacaciones.
Es ahora, cuando empiezo a notar que el
cansancio de la semana casi ha desaparecido gracias a que duermo de maravilla,
sueño terapéutico, sin el que no podría seguir en los mil fregaillos en los que
participo.
Y aunque me había comprometido a una cosa
importante, tuve que decir que no y lo lamento, pero si no me cuido con mis rutinas
tranquilas, no sé si llegaré a final de curso
.
Ayer 12 de Mayo, día Internacional de la
Enfermería, además de lo que puse en las redes que manejo a medias, sobre todo
el twiter solo sé publicar desde mi blog, tuve varios mensajes en el teléfono
que me emocionaron, madres de alumnos, compañeros de profesión, de trabajo, en
definitiva hojas del árbol de la vida que estamos en ramas muy próximas e
incluso en la misma.
Emociones, sensaciones, paz y amor para todos.
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