miércoles, 23 de agosto de 2017

PERPLEJIDAD VACACIONAL

Cuarto día de disfrute y descanso en Menorca.



Día entero de barco, para ver varias calas del sur, aguas de distintas gamas de colores, turquesas, azules...







Excursión programada, que valoro con un 5 justito, pero este viaje a la isla era una auténtica aventura en lo que a movilidad se refiere y al final, creo que se han cumplido más objetivos de los pensados y el principal ver a mi hija sonreir y hasta bañarse en el mar.

No he contestado correos electrónicos, no he hecho muchos deberes que tengo pendientes, estamos cogiendo energías y de las buenas para el próximo mes de Septiembre con distintos retos por delante personales y profesionales.

En un barco con unas 200 personas a bordo, parecemos borregillos, obedecemos todas las normas por supuesto y por lo general somos todos educados y correctos y practicamos el inglés, italiano, catalán, portugués, francés...y nos reímos con distintas personas, charlamos, cedemos el paso, lo normal vaya.

Al final casi ya del trayecto el "amable capitán" según anuncia la guía, nos va a acercar a una cueva, no recuerdo el nombre, que si se toca con la mano derecha el techo  tendrás 7 años de buena suerte.

Pues allí que me he marchado, como muchos otros por eso de la foto y mira, por poner una mano tampoco se pierde nada. Repito mano derecha en techo.

Al primer intento varias personas, hombres mujeres y niños, no hemos llegado al techo a pesar del pequeño salto y a la segunda el barco ya más dentro, esa mano derecha de muchos ha tocado la parte alta de la cueva.

Todos sonreímos pensando que ya hasta dentro de 7 años no tendremos que volver a Menorca a por más suerte y al darme la vuelta para regresar a mi sitio y dejar paso a más personas , me encuentro con un individuo de sexo masculino y edad bastante más avanzada que la mía con la mano derecha donde tocaba y la mano izquierda en mi tetilla izquierda y no es porque se cayera, que en ese momento el barco estaba tranquilo, muy tranquilo.

Inicialmente yo no daba crédito a la escena y le he dicho educadamente: perdone creo que ha entendido usted mal a la guía, la mano derecha es en el techo y no ha dicho nada de que la izquierda se ponga en ningún sitio como la tiene usted ahora. Con tranquilidad la ha quitado al ver mi cara nada sonriente y me ha dicho " bueno perdona" como si el hecho fuera de lo más normal para él y yo fuera una exagerada.

Me ha hecho recordar muchos años antes en el transporte público de Madrid cuando teníamos que llevar los libros en la parte delantera y apoyar la espalda en alguna puerta, lamentable.

Llego a mi sitio, en ese momento estábamos con una pareja navarrica y se pensaban que era una broma de las mías..

Bien, pues sigo siendo educada y me dirijo a ver al capitán del barco y también estaba allí la guía, les he dicho que a ver si para las próximas vueltecitas y en concreto en esa cueva mejoraban las instrucciones y no solo indicasen donde había que poner la derecha, que la mano izquierda si no saben dónde ponerla que se la metan en el bolsillo, por ejemplo.

Le he sugerido al capitán, que se ha reído directamente al relatar el suceso, que lo dijera en ese momento, pero me ha dicho que no podía hacer nada y sinceramente, no he querido poner la denuncia allí mismo por mi hija, sí lo haré mañana a la empresa con la que contratamos la excursión.

El "super -pig" lo he localizado, me ha costado debía estar escondido en el baño y le he dicho que era un xxxx (gili y lo que sigue) y se ha hecho el italiano, que no el sueco y al ver la cara de su acompañante femenina y el no capisco pues lo he dejado, eso sí, estaba tan nervioso que casi le pilla un coche a la salida, porque inevitablemente, como borregos que íbamos. seguíamos las instrucciones y no podía huir, en el pecado lleva la penitencia.

Por cierto, un señor que estaba también con el capitán me ha dicho que por qué no le he dado un bofetón..., no sé igual debo ser idiota o estoy modo relax, no he sentido ese impulso agresivo, creo que no sabemos manejar estos casos de acoso y hacen hasta gracia, espero que las nuevas generaciones tengan más claro que este  #viejoverde#  es una especie a extinguir y que las manos van al pan y a otros sitios cuando es consentido por ambas partes.

La última noche nos espera, vamos a por ella.










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