ABRAZO ANÓNIMO EN UN HOSPITAL
Eran poco más de las 7 de la mañana, día 9 de Octubre de 2008, y llamé por el móvil a mamá para decirle que tú te habías ido ya. Lo esperábamos desde el día anterior, probablemente unos días antes, pero no lo queríamos ver, habías superado tantos y tantos obstáculos….
Y la dije, lo más tranquila que pude, lo estaba bastante, “papá ha muerto y muy tranquilo”.
Estaba en un pasillo, las infraestructuras hospitalarias poco entienden de intimidad en muchas ocasiones, no así sus profesionales que no se les puede pedir más en cuanto a su trabajo y extraordinaria “humanidad”.
Después llamé a 3 hermanos que no estaban en ese momento allí, estábamos mi hermana y yo, llorábamos abrazadas, estábamos profundamente tristes.
Cuando colgué el teléfono, me di la vuelta para regresar a la habitación en dónde estabas y dónde mis compañeras enfermeras te estaban quitando todos los cables y demás, y una mujer, mayor que yo y que probablemente haya vivido también la situación profundamente dolorosa de perder un padre y que estaría allí velando a algún familiar enfermo, ME ABRAZO.
Me refugié en los brazos de esa persona anónima y pude llorar mucho, en silencio y percibiendo un calor y una solidaridad inmensas. Después, pude volver hacia ti, y empezar a “arreglar” los papeles necesarios para tu entierro, que por cierto, que desagradable es, aunque los empleados de las funerarias traten de hacerlo de una manera rápida y eficaz y también con exquisito tacto
Era el segundo abrazo que recibía en pocos minutos, el primero fue con tu hija mayor, cuando percibí que te habías marchado, serenamente dejaste de respirar y se lo dije, niña: papá ha muerto. Eran las 7 de la mañana y empezaba a despuntar el día.
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Ayer iba en el autobús a trabajar, normalmente leo, ayer no podía, sólo pensaba en esto que estoy escribiendo, en tus últimos días, pero también en muchos más momentos que ahora puedo ya ver con más perspectiva.
Me acordé, que los días y noches siguientes a tu partida, dormí mucho y en paz. Y una noche, dos o tres días después, me llamaste, lo oí claramente, tu voz y mi nombre.
Hasta hace pocos años he sido muy “miedosa” herencia de mamá seguramente, pero esa noche me desperté tranquila, sabía que eras tú y que de alguna manera me estabas diciendo que estuviera tranquila, que lo había hecho bien y percibí que estabas “bien”. A tí papá, castellano de pro de ascendencia aragonesa, (Campillo de Dueñas, Guadalajara), no te gustaba ni demostrar afectos ni premiar los actos que en definitiva para ti eran normales. Eso si, cuando ya fuiste más mayor, cambiaron algunas costumbres sociales arcaicas, ya nos pedías que te besáramos y abrazáramos y no sólo cuando nos íbamos de viaje.
Yo te besé, acaricié y hablé mucho los últimos días en el hospital y hasta me enfadé contigo porque no querías seguir luchando…habíamos pasado tantas aventuras hospitalarias y tan graves algunas, que esta tampoco quería que la perdiésemos. También te besaba y te abrazaba en casa y te pedía que me abrazaras tu fuerte.
Cuando una madrugada de mediados de septiembre, hoy no recuerdo la fecha exacta, se que fue poco después de mi 50 cumpleaños, me llamó mamá creo, y me dijo que te habías caído y te oí “gritar” sabía que entrábamos en algo muy muy complicado.
Traslado hospitalario, rotura de cadera, tampoco me acuerdo de cual, intervención quirúrgica, traslado a casa a los pocos días, recuperación estupenda, con un fisioterapeuta en casa caminabas incluso mejor que antes de la caída, parecía otro episodio superado, pero no, fue el definitivo.
Después me enteré de la alta mortalidad en fracturas de caderas en personas mayores y algún que otro dato más, pero de lo que más me he enterado y sentido es de cuanto cuesta perder un padre, que aunque enfermo y gran dependiente 8 años antes, no quería que ello sucediera.
Recuerdo ahora, como anécdota curiosa, que casi nos pasan el protocolo de malos tratos en una de tus visitas a urgencias. Te caías mucho, te levantabas de cualquier manera de la silla, te desequilibrabas y claro hematomas por todos sitios. Pero tú hacías lo que querías, genio y figura hasta la sepultura, y nunca mejor dicho.
La famosa ley de dependencia, que te daba plataforma directa, vamos que tenían que haberte dado desde el mismo momento de tu “clasificación” una ayuda económica importante, pues no te llegó, por vivir en la Comunidad de Madrid?, por lentitudes administrativas incomprensibles?, y ni siquiera ahora con efectos retroactivos lo contemplan. (tus hijos seguimos en ello).
En casa hay una persona 24 horas desde hace 8 años, fundamentalmente era por ti, pero también por mamá y ahora continua en casa. Mamá también está valorada y revalorada y más valorada y ya tiene asignado de 250 a 300 euros…… que por supuesto aún no cobra, sin comentarios ( sus hijos también continúan).
Tú que políticamente, yo creo que estabas en un lugar equivocado, pero que de verdad respetaba muchísimo, estabas hasta enfadado con los políticos de la Comunidad de Madrid. De política y alguna cuestión más, no se podía hablar en tu casa, salvo disgustos mayores y que por tanto fuimos abandonando con los años, no merecía la pena. Pero aún siendo un hombre “machista” como la mayoría de los de tu época, con poca tolerancia y carácter digamos “fuerte”, eras una persona honrada, es lo que habías vivido y te habían inculcado y a tu manera, sobria, nos querías a todos.
No niego, que unos años de mi vida, me tenías muy enfadada, pero también los años a mí, y ser madre y ahora abuela, me han hecho contextualizar y desdramatizar las cosas, esto también, ya hacía mucho que no te vivía como un “ogro”, te sentía como un padre con aciertos y errores y fruto de una época y con esto no quiero decir que está época sea mejor, simplemente es…….distinta.
Te acuerdas de como te gustaba que escribiera??, tú también lo hacías y tengo
en casa muchas de tus carpetas con muchos escritos tuyos, dando opiniones a los políticos, a los de tu pueblo para que hicieran un ambicioso plan de regadío, muchas cosas que leía en su momento, ahora lo tengo casi todo a la espera de tener tiempo y quien sabe si algún día unimos tus escritos y los mios y bueno los de Alberto, tu hijo pequeño y mi hija que también hace sus pinitos y nos lanzamos a por un premio Cervantes!!!
Uno de mis largos y últimos escritos también fue para ti y para tu pueblo y claro luego tuve que hacerle otro a mamá y su pueblo, San Martín de Valdeiglesias, Madrid. Sé que te gustó. Y también me hice alguna foto vestida de enfermera como tu querías, pero no llegué a revelarlas y ponerla en un marco, como también deseabas..
Yo se que estabas orgulloso de tus hijos, de mi seguro, se te notaba aunque no
lo expresaras. Yo también estoy orgullosa de ser tu hija y de quererte y seguirte recordando con mucho cariño.
El día 9 a las 9 de la mañana, iremos a San Francisco el Grande los que podamos, a tu funeral del año, te recordaremos dónde tu querías, en una Iglesia y porque mamá también cree en ello. Yo pienso en ti en muchos sitios, ya me gustaría creer como vosotros!.
Pero este escrito, además de para ti, es para esa persona anónima que me abrazó en ese frío pasillo de hospital.
Con mucho cariño y añoranza, para mi padre.
En Madrid a 6 de Octubre de 2009
Fdo: Natividad López Langa
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1 comentario:
Reconozco que hasta hoy no había sido capaz de leer por completo tu "Abrazo Anónimo" y sé que la razón era que me sentía totalmente identificada, pues hace dos años que perdí también a mi padre en una situación parecida y creo que aún no lo he superado.
Gracias por compartirlo
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