miércoles, 13 de julio de 2022

NO PUEDE SER

El sábado 9 de Julio de 2022, cerca de mediodía, me encontraba disfrutando de una buena lectura en la piscina. 

Sonaba insistente la mensajería instantánea en el móvil puse el separador de páginas y miré los mensajes. 

Cuando vi la noticia, dudaba de su autenticidad, no podía ser, sería una noticia falsa, el corazón no quería aceptar, la razón y la evidencia confirmaron que así había sido: Íñigo Lapetra, Director de Comunicación del Consejo General de Enfermería de España (CGE) había fallecido la noche pasada de manera fulminante. 

Y el estado de incredulidad y de shock y sobre todo de inmensa pena se apoderaron de mí y me consta qué de muchos, lo comprobé al día siguiente en el tanatorio. 

 Empecé a recordar su simpatía y buen hacer profesional, en ocasiones me llamaba y me decía: “hermana que vamos a hacer esto y lo otro y que contamos contigo” y adelante con los proyectos de comunicación y divulgación enfermeros. 

Tuvimos alguna conversación profunda a raíz de su visita al colegio donde yo trabajaba entonces.
 
Acompañaba al Presidente y Vicepresidenta del CGE. Lo he dicho y escrito muchas veces, cuando se visita el CPEE María Soriano, todas las personas salen con muchas emociones en el alma y conocen la realidad del alumnado con patología crónica compleja en su mayoría con cuidados paliativos, las competencias de la enfermería escolar in situ y sobre todo la alegría que se respira por los pasillos.

Ciencia y arte enfermero. 

Me decía Íñigo, que no se imaginaba lo que vio, comentaba la dureza del trabajo y que él no podría trabajar allí. 

Y al poco tiempo vinieron a grabar un reportaje y siguieron algunos más. 

En el último mensaje con él , el pasado 10 de Junio, me felicitaba por la concesión de la Cruz de Enfermería al mérito colegial. 

 
Íñigo, si no hubiera sido enfermera, sería periodista y me hubiera encantado ser como tú, un gran comunicador sanitario, querido y admirado. Y muy divertido. 


Estás en nuestro recuerdo y en nuestros corazones y siempre te querremos.

1 comentario:

Ana Maria Julio dijo...

Saludos cordiales.
Soy Anna María Julio, nacida en junio de 1945 en Ledesma, propietaria de una empresa comercial.
Al ser estéril, perdí a mi difunto marido durante la crisis pandémica.
Aquejada de distonía, las pruebas médicas revelaron muy pocas opciones de seguimiento.
Mi padre religioso me recomendó una obra social para agradecer a Dios su bendición.
Como no tengo herederos ni parientes cercanos conocidos, decidí donar 518.000 euros y encontrar una familia adoptiva para mi querida perra Mila.
Para el administrador legal, responda al correo electrónico a continuación.
anamariajulio38@gmail.com
¡Que Dios nos acompañe!