miércoles, 4 de noviembre de 2020

Lo legal, con frecuencia es inmoral e innecesario.

 


Hoy he podido por fin, vaciar las escasas bolsas que traje de mi despacho  hace unas semanas.

Ya no es mi despacho, he sido cesada de mi cargo como Supervisora de Enfermería del CPEE María Soriano (36 años) por estar en periodo de prejubilación y al año que viene pues a saber, me quedan 3 años para jubilarme definitivamente de momento vamos a ver si sobrevivimos a esta terrible pandemia.

Echo de menos a muchas personas y cosillas del día a día del colegio, otras para nada y siento una gran liberación y con algo de perspectiva voy pudiendo rememorar acontecimientos que pocos profesionales pueden contar si no han estado más de 40 años en el mismo centro educativo, habiendo sido elegida Supervisora de Enfermería  por votación (pocos que yo conozca también), singular puesto profesional en la Consejería de Educación Madrileña y me aventuro a decir que en toda España.

Estos últimos meses han sido complicados emocionalmente, en gran parte por los estragos de la COVID 19  en la sociedad y en gran medida por cuestiones laborales que dejo en el lugar que corresponde y no detallo, tampoco es necesario.

Algunas personas, entre las que me encuentro, somos resilentes que no insensibles y la vida nos ha ido moldeando para seguir adelante a pesar de circunstancias personales y profesionales muy duras.

No trabajo como enfermera, soy enfermera y lo seré siempre, impronta ya genética de la que me siento muy orgullosa.

Por mucho que te quieran hacer sentir “inservible”  al llegar a ciertas edades, en una misma está ignorar al ignorante y continuar haciendo el camino, el tuyo, no el que supuestamente te marcan de manera estereotipada.




Y en esta foto, cada elemento que aparece evoca un recuerdo, faltan muchos, lo importante es mantener la memoria histórica y aprender, causa inútil generalizada y así vamos.

Lo que no te mata, te hace más fuerte - Friedrich Nietzsche

 

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