Desde la tranquilidad, la alegría y la constancia de haber hecho las cosas bien.
Cediendo el testigo que desean los que lo toman y a por lo que ha de venir de manera consciente y selectiva.
Apostando por nuevos horizontes, viviendo el ahora y sin prisas.
“Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abedecedario
Con él las palabras que pienso y declaro
Me ha dado la marcha de mis pies cansados
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto,
Así yo distingo dicha de quebranto
Los dos materiales que forman mi canto
Y el canto de ustedes que es el mismo canto
Y el canto de todos que es mi propio canto.”
Gracias, Violeta Parra
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