domingo, 12 de enero de 2014

OLOR A MISERIA


En España y mucho más cerca de lo que imaginamos, otra cosa es que miremos para otro lado.

Ese olor que impregna el alma de dolor, impotencia y rabia que rodea la marginalidad y el desamparo de muchos colectivos, el que hoy “huelo” es el de niños y jóvenes que ni siquiera los RRMM fueron a visitarles y al lado de la vida de la mayoría de escolares, es casi un espejismo.

Yo he pedido un portátil y yo un móvil (10 y 11 años) sueños lógicos, rotos y vacíos, simplemente NADA, rodeados de condiciones infrahumanas en pleno centro de Madrid.

Comer a diario es ya una proeza.

En un Congreso de Pediatría Socia hace poco escuché:

“BOCATA MÁGICO”:

“Mi mamá hoy me ha dado un bocata de pan con pan y yo me imaginé lo que lleva dentro”


¿ Esperanza de superar el olor a miseria? 



1 comentario:

Anónimo dijo...

El olor a pobreza encoge el estomago y el corazón, pero hay otras miserias mas duras, las del alma, esas me dan mucho más miedo porque ni siquiera huelen.