martes, 25 de septiembre de 2012

PEREZA


SOBRE LA DEMENCIA  (5)
 
 

Me cuesta arrancar y poner rumbo al trabajo, me siento bien en casa, con mis cosas, muchas, me falta tiempo para lo que me gusta hacer, escribir y comunicar entre otras cosas.

Me he despertado temprano como siempre, momento “alba” en el que mis energías están al alza (alza-alba) y he pensado alguna cosa inconfesable por escrito y en mi madre.

Ayer estaba enfadada.

Planteamiento de objetivos, ejecución, evaluación, reformulación, cambios de estrategia, no fácil que una persona mayor con demencia, pueda permanecer en su casa para no desorientarse más todavía.

Y menos fácil aún con los recortes en la “dependencia”, muchas cosas recortadas son muy cuestionables, este concepto probablemente el que más, conozco  y sufro con muchas historias también por mi trabajo. Si ya era una miseria lo que percibían las familias con personas dependientes a su cargo, ahora es una limosna vergonzante que a los que la han realizado al menos debieran dormir mal y que no se crean que pueden ir “a Dios rogando y con el mazo dando” o comprar indulgencias, cuando lleguen a “su juicio final” no van a ser atenuantes, sino delitos contra la humanidad y no entrarán en el Reino de los Cielos.
Aviso que es una metáfora que cada uno se adapta, los poderosos quieren comprar ese  Cielo, que no, que no es así.

Hora de ir a cuidar a niños y jóvenes con gran dependencia, ellos si entran por la puerta grande y con  acceso directo, absténganse de recortar esto también, no pueden.
 

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