SOBRE LA DEMENCIA (5)
Me cuesta arrancar y poner rumbo al trabajo, me siento bien
en casa, con mis cosas, muchas, me falta tiempo para lo que me gusta hacer, escribir y comunicar entre otras cosas.
Me he despertado temprano como siempre, momento “alba” en el
que mis energías están al alza (alza-alba) y he pensado alguna cosa inconfesable
por escrito y en mi madre.
Ayer estaba enfadada.
Planteamiento de objetivos, ejecución, evaluación,
reformulación, cambios de estrategia, no fácil que una persona mayor con
demencia, pueda permanecer en su casa para no desorientarse más todavía.
Y menos fácil aún con los recortes en la “dependencia”,
muchas cosas recortadas son muy cuestionables, este concepto probablemente el
que más, conozco y sufro con muchas
historias también por mi trabajo. Si ya era una miseria lo que percibían las
familias con personas dependientes a su cargo, ahora es una limosna vergonzante
que a los que la han realizado al menos debieran dormir mal y que no se crean
que pueden ir “a Dios rogando y con el mazo dando” o comprar indulgencias,
cuando lleguen a “su juicio final” no van a ser atenuantes, sino delitos contra
la humanidad y no entrarán en el Reino de los Cielos.
Aviso que es una metáfora
que cada uno se adapta, los poderosos quieren comprar ese Cielo, que no, que no es así.
Hora de ir a cuidar a niños y jóvenes con gran dependencia,
ellos si entran por la puerta grande y con
acceso directo, absténganse de recortar esto también, no pueden.
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