En todos los sentidos y
con todos ellos
Podría incluso asegurar que puede haberla con más intensidad y
valorando cada día que pasa como si fuera el último que se va a vivir, ya no se
tiene esa sensación juvenil de perpetuidad, más bien la contraria la de fugacidad.
Cada etapa de la vida tiene sus momentos dichosos, revueltos,
en los que uno parece comerse el mundo, y cuando llegamos a esa barrera de los
50 por lo general, hay quién tira la toalla por el hecho cultural que muchos
llevamos “grabado” y sobre todo y como no, las mujeres.
La mujer a lo largo de la historia, aún evolucionando y a
pasos de gigante la mayoría de las veces
con muchísimo más esfuerzo que los
varones para demostrar su valía y al mismo tiempo seguir asumiendo ese rol de
madre, compañera, cuidadora de sus mayores.
Hubo una época de mi
vida que me preguntaba si realmente lo que yo vivía era “la famosa liberación
de la mujer”, tal era la sobrecarga de trabajo y el no bajar la guardia
demostrando que podía con todo y además hacerlo bien..
Estoy hablando de una llamada
clase media, trabajadora, que vive de su trabajo y que desde hace unos años, al
menos yo ya no pertenezco a ella, estoy por debajo, en la media deben quedar
pocos, aumentan las grandes diferencias sociales entre los que tienen mucho y
los que tienen poco o nada. Las mujeres de clase alta, las que no tienen problemas económicos y pueden
dedicar su tiempo al desarrollo profesional y personal sin preocuparse de si los niños
están enfermos, con quién los deja que no tienen que llegar a casa y ejercitar
el otro trabajo no reconocido ni remunerado, lo tienen más fácil, pero siempre
son punto de mira de las estructuras varoniles que incluso recurren a
descalificaciones machistas y sexistas, recuerdo una vicepresidenta de gobierno
no muy agraciada estéticamente y sobre eso era el comentario general, no sobre
si gestionaba bien o mal, sobre si su inteligencia y saber hacer eran
aceptables, buenos o malos, no, simplemente era ¡mira que es fea! Y con todos
mis respetos mira que hay feos, pero feos en el sentido amplio de término, y es
raro que se diga, ese ministro ¡mira que horroroso es! Y que camisa lleva y no
digamos de algunas corbatas que dan dolor de ojos mirarlas…
Y un llega el momento y los que tenemos la suerte de estar
aquí, cumplimos los 50 y parece que el
reloj se para o debe enlentecerse, es de estos tópicos que no hay quién los
modifique y sobre todo en lo referido a las mujeres, los señores tienen “cuerda”
siempre, claro que la mayoría hasta ahora de estudios y documentos estaban
escritos por hombres.
Cuando leo determinadas investigaciones que se publican
incluidas algunas que ya desde la pregunta está condicionada la respuesta y por
tanto el resultado final y estoy hablando de las validadas, no de muchas
chorradas que cualquier insensato y nada científico lo escribe y lo publica y
válgame el cielo que desastres.
Los cambios hormonales en las mujeres, entérense caballeros,
no afectan al intelecto de las mismas y a sus ganas de seguir viviendo y
disfrutando plenamente de la vida, es más, es un hecho cada vez más consensuado
que la liberación que se obtiene tras la menopausia, facilita enormemente
muchas cosas y aumenta incluso el deseo sexual. Otra cosa es que desde arriba “en
el coco, cerebro o S.N.C” ya se tenga predeterminado que no se sirve, que eso
ya no es para mí o que simplemente esa pareja de vida desde mucho antes de esta
fase, ya no atraiga lo más mínimo, pero es más cómodo echar la culpa a las
hormonas, por lo que nosotras mismas señoras, flaco favor nos hacemos a todas.
Los famosos e históricos también dolores de cabeza de las
mujeres han traído a mal traer a muchos médicos, pastilla por aquí, estudio
para allá y si se pudiera ser sincera y
analizar esas cefaleas, simplemente cuantos calmantes se habrían ahorrado
muchas y cuantas falta de honestidad y no habrían confundido a los hombres….
Y para los chicos de 50 también han empezado a publicarse y a
leerse artículos sobre la andropausia, coloquialmente y mal llamada también “pitopausia”,
simplemente también tienen cambios
hormonales y mentales aunque ellos, como nosotras, nos sintamos interiormente
igual o mejor que a los 30, por lo que ya he escrito al principio, por el
sentido de efimeridad de vida que eso ya si se va teniendo.
Cuando empecé a trabajar muy joven aún, 21 años, es cuando interioricé
y tuve conciencia real de lo que son los
hombres y las mujeres (profesionalmente) y siempre he trabajado con mayor número
de chicas que de chicos e inicié a posicionarme en esto y otras cuestiones de
la vida y no he sido nunca feminista activa, sí persona luchadora por los
derechos de la mujer e invertí mucho esfuerzo y tiempo en intentar convencer y
cambiar mentes obtusas no solo de chicos..., también hace mucho que dejé de hacerlo activamente, para pasar a lo de
“obras son amores y no buenas razones” digamos que menos hablar y más
demostrar, que es lo que pretendo argumentar en este escrito (post).
Recuerdo, ahora con una sonrisa, en su momento como pasional
que he sido y soy, casi le fulmino de hecho lo hice con la mirada y la palabra,
a un compañero psicólogo , que sabía hablar muy requetebién y que como otros colegas
que he tenido cuando les has escuchado 3 veces lo mismo pero dicho de distintas
maneras (buenos oradores, cuasi políticos..), ya sabes su objetivo y
estrategia.
Pues bien, no había yo cumplido los 40 años y en una acalorada
conversación profesional con pocos puntos en común lógicamente, me dijo: "tú
estás premenopáusica…." ¡Vaya! que en lugar de decirme tu estas idiota, lela u
otro adjetivo descalificativo que tampoco venía al caso, se quedó sin
argumentos y mira que tenía y tiene e intentó que incluso sin llegar a la
cuarta década de mi vida ya me sintiera “menos” y creanme que no lo consiguió,
le llamé gili y lo que sigue, porque era la primera vez que oía ese término y
me descolocó momentáneamente y yo no me he callado nunca fácilmente, solo
cuando por imperativo legal lo tengo que hacer. Si los supuestamente
inteligentes y preparados culturalmente piensan así….
Me gustan las diferencias cromosómicas entre los XY y la XX,
las hay, pero ante todo somos personas con independencia del género femenino o
masculino, tenemos habilidades, actitudes y preparación por igual, siempre
habrá chicos más listos que chicas y viceversa, en nosotras la mujeres está
otra gran responsabilidad, demostrar cada una como quiera y pueda que somos
seres completos y que queremos disfrutar de la vida plenamente y a todos los
niveles, que no deseamos estar encasilladas en lo que otros quieren que estemos
y otras, no se nos olvida que nosotras hemos permitido y aún lo mantenemos muchas
conductas sumisas y poco activas por condicionamientos sociales y culturales
arraigados hasta la médula.
Como conclusión y sin tanta dispersión y análisis, frases de
otros que sintetizan lo escrito hoy.
Honoré de Balzac (1799-1850) Escritor francés.
La igualdad tal vez sea un derecho, pero no hay poder humano que alcance
jamás a convertirla en hecho.
Bella Abzug (1920-1998) Política estadounidense.
La prueba para saber si puedes hacer un trabajo o no, no debería depender
de la organización de tus cromosomas.
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