BUITRAGO DE LOZOYA: “CONJUNTO Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural desde 1993, y su recinto
amurallado es Monumento
Nacional desde 1931.”
(Wikipedia)
En ocasiones por tener “a mano” ciertos parajes, hacemos viajes
más lejanos y obviamos lo bello de lo cercano.
Ayer descubrí un pueblo de la llamada Sierra pobre de Madrid,
que me fascinó, pequeño, bonito, con mucho arte en sus calles, una exposición
sobre Antonio Gades con grabados de Miró, Tapies y fotos curiosas y lo que es
verdaderamente desconocido y una joya permanente el llamado Museo Picasso, que
debiera llamarse como insiste mi amigo Sebastián Moreno y con el cual coincido,
Museo
del Barbero de Picasso.
“El Museo Picasso – Colección Eugenio Arias Herranz de Buitrago de Lozoya está formado por las obras y objetos que Pablo Picasso (1881 – 1973) regaló y dedicó a quién fuera su barbero y confidente: Eugenio Arias (1909 -2008).”
Dice en un folleto que nos dieron, “se pueden encontrar
obras de naturaleza muy variada: dibujos, obra gráfica, cerámicas, un
pirograbado y un cagafierro, así como carteles y libros dedicados” del pintor a
su barbero.
“Se trata de un Museo que invita a redescubrir a un Picasso
distinto, Picasso íntimo, familiar, aficionado taurino, idealista exiliado: y
también al genio, mito y clásico moderno”.
Recorrimos también su bellas calles, dentro de un recinto amurallado
y bien conservado y con la Iglesia de Santa
María del Castillo del siglo XVI, perfecta en su estado de conservación, que
invitaba con su música a sentir paz interior y subimos a su muralla dónde hay
diversas máquinas de asedio antigua y medieval, que están recopilando y que nos
anunciaron, tomamos una cervecita con el alcalde, pronto tendrá también un
museo y algunas serán llevadas al Museo del Ejército en Toledo. (Rubén Sáez –
Historiador Militar de Teruel).
Nidos de cigüeñas y callejones de piedra por donde el tiempo
parecía haberse parado hace muchos siglos y esperabas en cualquier momento ver
aparecer caballeros medievales y damas cortesanas.
Calor veraniego intenso que aliviaba la sombra de sus muchos
árboles, un día agradable y lleno de descubrimientos.
Agradecimientos: Al estupendo guía y contador de mil historias
vividas (Sebastián Moreno) y al alcalde actual, Ángel, que nos contó que la
política municipal es “otra cosa”, mientras tomábamos una cerveza fría a la
sombra.
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