Post corto, ante este problema gravísimo que se ha generado
por la improvisación y mamandurrias varias, sí, el Ébola en España, nº 1 en Europa, ¡que honor!.
La comparecencia de la Ministra (¿) y los que la acompañaban,
nos dejaron si cabe aún más dudas, cada vez que oigo/leo que está todo
controlado, una serie de sensaciones y emociones me embargan, como a la mayoría
de ciudadanos y profesionales de la sanidad.
Lo más fácil, en esa exhaustiva
investigación de revisar escrupulosamente dónde ha fallado el protocolo es,
como siempre, el “error humano de la auxiliar de enfermería”, lo dijeron ayer
algunos medios y todos tan panchos.
Solo unos elementos de análisis y reflexión:
Junto a los pacientes quién está más tiempo a su lado, quién
aplica los cuidados enfermeros tras
prescripción médica, quién se lleva todas las quejas de un maltrecho sistema
sanitario en progresivo deterioro.
Pues sí, el personal de enfermería (enfermeros y auxiliares de
enfermería), que sabe más por lo que calla que por lo que habla y que está
HARTO de las incompetencias de muchos de los que nos “mandan”, que ni siquiera
son personal sanitario. La economía es importante, mucho, la salud es lo que
más nos importa, como pacientes y como profesionales de la misma.
Propongo, toda queja debe llevar propuesta de mejora:
-
La unión real entre el colectivo médico y de
enfermería, de los colegios profesionales de ambos y empezar a utilizar el
sentido común y el saber profesional, desde la base, desde el pie de cama del
paciente, desde todos los ámbitos de actuación sanitarios.
Dije que este escrito iba a ser
corto, lo cumplo y no porque no tenga mucho más que decir, LOS ENFERMEROS
TENEMOS MUCHO QUE DECIR.
“Lo peor no es cometer un error,
sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de
nuestra ligereza o ignorancia”
Ramón y Cajal. Médico español
(1852-1934)
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