Cuando llegan las vacaciones hay veces que si no te vas de
viaje y por supuesto a sitios a cada cual más exótico, eso de ir al pueblo o a preciosos
parajes españoles que desconocemos, como que parece muy vulgar.
Una de mis pasiones es viajar y conocer sitios, costumbres, patear
los sitios a los que voy, de todas partes, cuando puedo de otras culturas.
Por distintas circunstancias familiares llevo dos veranos que
no puedo programar con tiempo y por tanto buscar ofertas asequibles a mi
maltrecha economía en progreso continuo y debido a mis vacaciones, siempre en
temporada alta, no facilita una escapada, porque desde luego o yo sé mirar muy
mal por aquí o no encuentro las estupendísimas ofertas que me cuentan algunas
personas.
Veranear o descansar en Madrid, como en todas partes, tiene
sus muchas ventajas, claro está si se quiere encontrarlas.
El concepto vacaciones para mí está cambiando, de acuerdo que
a la fuerza, pero simplemente un libro a la sombra unos chapuzones en una
piscina y escuchando sólo el silencio es una experiencia en la que he
encontrado serenidad, tranquilidad y mucho descanso que falta me hacía.
Cuando
tengo ganas y no hace mucho calor, un paseo en bici.
A los hiperactivos, nos cuesta relajarnos y sobre todo
mentalmente, siempre tenemos la cabeza llena de datos y procesando, eso sí,
cuando encontramos la fórmula de relax, tampoco queremos dejarla.
Los libros, durante toda la vida, han logrado muchos efectos
beneficiosos, desde aprender a trasportarme a otros mundos, los vivo tanto que cada
vez me gusta que sean más grandes y que no terminen nunca…sobre todo algunos.
Con ellos también me emociono, me rio, en algunos no me gusta el final, y leo
mucho escritor español porque me gusta lo cotidiano de la época y mundo que
conozco más, me fascina la novela histórica.
Me dejo recomendar por buenos amigos e incluso buenos
escritores, pero tengo mis propios gustos y libros que tengo que esperar a leer
en su momento, no siempre puedo centrarme en profundidades y menos ahora.
Es
curioso, creo que todo lo que se escribe y que escriben muchos autores debiera
ser leído, claro que no da tiempo a tanto, cierto es que algunos a los 10
minutos…se cierra y no se vuelve a abrir.
Me han pasado miles de libros para la tablet y aún no he leído ninguno, me gusta sentir el
libro en las manos, pasar páginas, poner un marcapáginas cuando tengo que
dejarlo y que no se manche ni estropee.
Me gusta regalar libros y que me regalen libros y compro
muchos, eso sí edición bolsillo, por tanto los de actualidad tardo unos meses,
pero voy haciendo una lista de los que me interesan y cuando ya están más
baratos, a por ellos.
Los de la profesión o temas relacionados con la infancia y
juventud…. como por internet, hay muchas cosas inservibles, desactualizadas y
lo que es peor que confunden cuando no se sabe del tema.
Igual que los
contenidos por la red, sus creadores debieran cerrar webs y blogs que no
actualizan, con los libros incluso recientes debieran haber comisiones
científicas para desacatalogarlos y no digamos de algunos folletos divulgativos…
Recientemente he hecho un curso online y “gratuito” (lo
pagamos indirectamente), avalado por dos buenas organizaciones y con un libro
de consulta, con créditos por supuesto, aunque a mi poco me interesan ya y si
lo que interesa es esto último comprar créditos, pues vale, pero es lamentable
que se editen ciertas cosas. En el lugar adecuado escribiré sobre ello.
Y retomo el título de este post, no necesito nada más que lo
ya dicho y a ti.
Proverbio
hindú
Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera;
olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.
Proverbio
árabe
Libros, caminos y días dan al hombre sabiduría
Pablo
Neruda
En un beso, sabrás todo lo que he callado.
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