La historia... testigo de los tiempos, luz de la
verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, testigo de la antigüedad.
“Marco Tulio Cicerón”
Hace poco más de 3 años, el actual CPEE María Soriano fue trasladado precipitadamente de una ubicación en la que había permanecido durante más de un siglo, con otros nombres la Institución, los que yo he vivido: Instituto Nacional de Reeducación de Inválidos (I.N.R.I.), Centro Público de Educación Especial Reeducación de Inválidos (C.P.E.E. R.I.) y el actual Centro Público de Educación Especial María Soriano (C.P.E.E.M.S.), los más veteranos nos siguen recordando por “el INRI”, etiqueta que a mí no me molesta en absoluto, ya que fueron tiempos gloriosos de un Centro que ha atendido a personas con discapacidad y con un concepto integral de la rehabilitación pionera en España y reconocidos fuera de nuestras fronteras (¡Dios me libre de nombrar Europa!)
Cuando empecé a trabajar en los muros del Palacio del Marqués
de Salamanca, en mayo de 1980, era un Centro Médico que curiosamente
pertenecía al Ministerio Educación y de
ámbito Nacional, en él estaban ingresados varones entonces de todas las
regiones españolas, islas incluidas. El Director del Centro era un médico, D. Anselmo Álvarez Cué
y el director del Colegio D. Francisco (que me perdone, se me han
olvidado los apellidos). Ambos ya fallecidos.
Y por aquel entonces, teníamos hasta quirófano, utilizado los
jueves y en el que se realizaban sencillas intervenciones quirúrgicas
relacionadas con el aparato locomotor y por tanto el denominado “despertar actual”
o cuidados intermedios, una gran sala de encamados a la que acudían los
maestros a dar clases a los alumnos que debían permanecer largas temporadas en
la cama de Clínicas y por supuesto la famosa y enorme tortilla de patatas, que
tras las operaciones reponían el desgaste de los que participábamos en las
intervenciones y punto de encuentro de algunos más, invitados exclusivamente por
el director. Tortilla que fue elemento distorsionador y controvertido para
muchos, usado como bandera revolucionaria junto con algunos componentes más al
uso de la época. Personalmente, recuerdo ese día con anécdotas muy divertidas
que vivíamos dentro del quirófano, desde el mal humor del cirujano de turno y
su lanzamiento de pinzas, los chistes y comentarios “muy verdes” que hacían
salir precipitadamente a Sor Teresa, la enfermera anestesista en cuando se dormía
al paciente y esa curiosa caída de pantalones en plena faena del cirujano y
director del Centro…. muchas más que harían de este escrito un relato
interminable.
Y parte de esta historia, su quirófano completo que como decía
yo a todas las visitas a las que
enseñaba el mismo, era precioso y con luz natural a través de muchas ventanas,
está ahora en el Museo de Ciencias de la
Salud de la Universidad Rey Juan Carlos
de Madrid y el día de su inauguración ni siquiera fuimos invitados y me consta
que mucho material del que se llevaron allí, sigue en algún habitáculo sin
condiciones y en cajas olvidadas, nada fue como dijeron, que reconstruirían
pieza a pieza esa zona quirúrgica.
En este enlace que encontré ya hace meses, se puede ver a personas que cortan la cinta que no conozco
y en la segunda foto, la noble mesa de madera del despacho del director y una de
las vitrinas de nuestro quirófano.
Muchos nos fuimos
con hondo pesar de un palacio que en la
actualidad se cae, una pena que se dejen hundir obras de arte arquitectónicas y
que no pudiéramos irnos de una manera tranquila y con un merecido homenaje a la
institución y a todos cuantos pasaron/mos por allí.
Clavos quirúrgicos |
Vendas de gasas |
Vitrina |
Instrumental quirúrgico |
Esterilizadores de agua |
Mesa quirúrgica |
Cerámica de Talavera de la Reina |
Ventana paso instrumental estéril |
Lámpara |
Otro homenaje
particular al Centro, ya he escrito alguno más por aquí, dónde acudí a trabajar durante más de 30 años,
injustamente olvidado y maltratado en muchos aspectos al final de su vida activa.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYo tambie estuve en el inri.
ResponderEliminarY yo me llamo Félix, y tambien estuve en en el inri, en los años 82,86, fueron los mejores años de mi vida, en el año 83, heramos 120, cojos, me acuerdo muy bien de esos tempos, pues a mi me gustava mucho el deporte, y continuo com el deporte, jugaba, baloncesto y atletistismo, estoy seguro k alguno lo recordara, en breve, hare un omenaje alas monjas k estaban com nosotros, fui enganado, por el director del inri en esse año, k era, un professor de francês, fuimos todos los, mallores k alli estávamos, en el año 86, el pepeillo, como nosotros lo llamabamos, nos engano a todos, y nos piramos, del inri, continuare, recordar, soy Félix.
ResponderEliminarHola Félix, pues nos tenemos que conocer, yo empecé en el INRI en el año 1980.
ResponderEliminarSi dejas tu mail podemos contactar.
El profesor de francés y director pedadagógico de aquella época era D. Francisco y el Director del INRI, D. Anselmo, médico.
En el 86, es probable que ya estuviera "el pepeillo" de director.
Si vaisd por la nueva ubicación del Centro, que ahora se llama CPEE María Soriano, hay fotos de aquella época que te gustaría ver.
Avenida de la Peseta 30, Madrid.
Un abrazo
eSTOY SEGURO, k muchos se recordaran, de mi, yo jugaba baloncesto, y en el año, 86, corri el maraton popular de Madrid, de 42, kilometro, mi correo electronico, es felix-correia67@hotmail.con., soy Félix, estoy seguro, k se acuerdan de mi, saludos compoñeros
ResponderEliminarBuenas tardes, soy Felix, kiero dejar aki un gran homenaje alas, monjask esdtaban en el famoso INRI, en el año 82, 85., Sor, Luisa, Sor Maria Antonia, Sor, Milagros, Sor, Mercedes, y muchas mas k ya no me acuerdo de los nombres, en el año 85, las echaron, del INRI, fue el ministério de de educacion,
ResponderEliminarsi ellas estubieran kuando, nos piramos nosotros, en el año 86, no hubiesemos sido enganados, por el pepeillo, la vida seria de outra manera, nos hizo la vida imposible, a 7 de nosotros, nos fastídio la vida por completo, el comentário de uno de los padres de un compañero de habitacio, com este señor no se puede estar en el colegio, y se marcho, esas palabras, se me kedaro grabadas en mi mente, despues de algun tiempo, y de analizar todos los echos, llegue ala conclusion, k el pepeillo, nos estaba haciendo la vida imposible, para el todo lo chungo k nosotros pasamos, selodeseamos a el…
Referente alas monjas, que Dios les ayude, yo las llevare en mi corazon, ellas me alludaron muchisimo, gracias..
Felix
Asi que mientras nos operaban se dedicaban a bromear que falta de profesionalidad...luego si salia mal la operacion a jodernos
ResponderEliminarDominic Toretto, creo que saber leer es importante y en todo trabajo hay humor, no por ello salía mal la operación, en fin , no te recuerdo y me duele que cuestiones la profesionalidad de cuántos hemos hecho y continuamos haciendo nuestro trabajo lo mejor posible.
ResponderEliminarLa sonrisa, no cuesta tanto, de verdad.
Yo estoy todo el dia sonriendo, hay situaciones para reir y hay situaciones para estar todo lo concentrado posible, como una intervencion quirurjica, un saludo.
Eliminarya hace 30 años que sali del famoso, INRI, que nunca lo olvidare, me parece que ahora es um museo, por las pocas informaciones que tengo, y se esta callendo poco a poco, por que sera? sera que no hay alguna furza mayor que pude restaurarlo, de mis 30 años nunca e buelto por el INRI, se que las paredes del INRI, guadan muchos recuerdos, de los compañeros, que estubieron alli, recuerdos de una adolescecia, jubenil. Félix correia
ResponderEliminarbuenas noches soy felix, mi correo electronico es felix-correia49@hotmail.com felixcorreia4867@gmail.com
ResponderEliminarque tiempos en aquel colegio que recuerdos con las hermanas maestros y alumnos estos dias hace50 años que entre recuerdo a d juaquin jefe estudios a manolo cuidaba el campo a unos ancianos que habitaban alli a mis compañeros que lastima que esta crisis se lo llevara todo al carajo ahora alli se caeran las paredes de no oir tanto bollicio de chavales
ResponderEliminarMi madre fue la gobernanta de ese centro, yo tengo recuerdos increíbles.
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