sábado, 10 de noviembre de 2018

CONCLUYENDO:

 FOTO DE HOY CON MI MÓVIL


A determinadas edades, por simplemente estrategia vital, vamos concluyendo etapas naturales, cada cual las que estime oportuno y que le puedan facilitar seguir cumpliendo años sin demasiado peso en la mochila, esa que siempre llevamos a la espalda y cuando sobrecargamos, hay que parar y sacar lo que no nos deja avanzar sin dolor de articulaciones.

Algunos, no nos damos cuenta del “sobrepeso en el macuto”, hasta que ciertas señales de alarma ya están produciendo daños en la estructura ósea y distintos sistemas orgánicos.

Algunos síntomas que muchos reconocerán son:

Cansancio, falta de ilusión, pérdida progresiva del humor y la alegría y excesiva susceptibilidad ante situaciones cotidianas con reacciones exageradas y cuando el hecho es grave, mucho más.

Cuando ir a trabajar, se convierte en un sobreesfuerzo interno, aunque cuando atravieses la puerta del trabajo nadie lo perciba, no dejamos de ser las enfermeras buenas actrices o payasos según lo requiera la situación, es que se está tocando fondo y si nos damos cuenta mejor que mejor.

No es agradable, hay que rebuscar en el interior de uno mismo y ver qué ocurre y no echar balones fuera y culpar al mundo de lo que nos ocurre, el mundo antes, ahora y siempre evolucionará y no nos esperará, incluso me atrevo a decir que le damos lo mismo, somos nosotros lo que con  nuestra famosa gestión de emociones, nos adaptamos a lo que sucede en todos los ámbitos de la vida.

Tras aplicar un DAFO sencillito, pero costoso emocionalmente, hay que llegar a un resultado del proceso que permita seguir viviendo lo más aceptablemente posible y recuperar fortalezas que se han debilitado por exceso de toxicidad ambiental.

Como conclusión final:

Que hasta que ya no tengamos nada que concluir, cada cierto tiempo un análisis de vida es necesario y aunque puedas y sepas pedir ayuda y no se consiga, será porque no toca o porque “más vale caer en gracia que ser gracioso”, si el interior humano está en paz, pueden llegar todas las tormentas que quieran, el escudo energético en forma de buen chubasquero o paraguas nos protegerá.

Fuentes para cargar energías: muy amplias, cada cual sabe las suyas y deben ser utilizadas, para que los “roba energías = tóxicos=  tontos del haba”, no nos dejen bajo mínimos.

¡Va por muchos, por algunos más y por mi misma la primera!

FOTO DE AYER CON MI MÓVIL





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