11 DE AGOSTO 2018
El verano avanza, ¡qué bien se está de
vacaciones!
Hoy es un día especial, van a venir a casa dos
alumnos del CPEE María Soriano y sus familias. Dos pequeños y grandes héroes
con familias admirables.
Piscina con agua templada gracias a la lona
térmica que la cubre y se calienta con el sol que en estos días calienta a base
de bien.
Nicole tiene 17 años y se escolarizó en el
cole a mediados del curso pasado.
Su característico sentido del humor es
simplemente genial y hay que pillarle el punto, cuando te saca la lengua y
sonríe, te gana el corazón.
Nos ha costado “empatizar” y poder encontrar
un cierto equilibrio entre el acudir al aula y los cuidados de salud que
precisa, hemos logrado que una de las uñas de un dedo de la mano venga sin
pintar para medir mejor su saturación de oxígeno y también que no pasa por
enfermería nada más llegar de casa, ella nos avisa a través de su tutora o
técnicos educativos, cuando necesita ser aspirada u otras cosas, participa en
todos las actividades escolares porque en ellas también hay personal sanitario,
que observa y actúa en caso necesario.
Teníamos que conocernos mejor querida Nicole,
seguro que para el próximo curso todo fluirá mejor entre todos y tú estarás más
contenta en el colegio.
Jhair es el otro campeón que viene,
tiene 10 años y lleva en el cole desde que tenía 3 años, un veterano ya.
Desde hace un año, compartimos sus cuidados
con otro centro de cuidados paliativos y viene al cole los martes y los jueves.
Cuando vemos la cara de su madre, ya sabemos
cómo ha estado por la noche y más o menos la mañana como va a ser.
El objetivo es que acuda a clase donde se lo
pasa muy bien, a veces lo conseguimos, algunos días no y se queda en Enfermería
toda la jornada lectiva.
Esto lo escribí antes de que llegaran y lo finalizo
ahora una vez que he sido autorizada por ambas familias para escribir y poner
las fotos.
Muchas veces he comentado que hay cosas que no
se aprenden en los libros e incluso se perciben y entienden mucho mejor fuera
del ambiente normativo de la escuela.
Desde la tranquilidad, el buen humor, el día
soleado y la piscina, todavía he sentido mucha más fascinación por Nicole y
Jhair y por sus familias.
El agua relaja, nos hace sentir más livianos,
refresca y propicia la alegría, no es fácil que determinados niños
puedan ir a la piscina, mantener su
integridad física y que se sienten como peces en el agua.
Después de comer, viandas variadas que incluía
pollo estilo peruano muy rico (Gladys y Etson), una tortilla de patatas casera
(Beatriz) y macarrones de la casa, sandía, helados…tras una breve pausa en la
que algunos han echado un sueñecito, hemos retomado el baño, con batalla de
colchonetas, pelota a ver cuánto tiempo pasaba sin tocar el agua, un rato con
oxígeno, otros ratos sin él y se nos ha hecho de noche, se ha improvisado la
cena en el jardín, a la fresca aunque nuestros pequeños estaban ya bajo mínimos
y agotados el día ha sido muy intenso.
Días como hoy son inolvidables, llenos de
emociones de todo tipo y de agradecer las lecciones de vida, las auténticas, que
nos dan los alumnos del CPEE María Soriano y sus familias.
Me siento feliz, satisfecha y agradecida, no es para menos.
Y el periodo estival continua, he visto una
estrella fugaz hace un rato y por supuesto he pedido un deseo, pero no lo puedo
contar para que se cumpla. A ver si veo alguna lágrima de San Lorenzo más que quiero pedir algo más…
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