sábado, 14 de octubre de 2017

SUEÑOS ROTOS








Agarraba con fuerza la sábana, como si me la fueran a quitar y estaba sola.

No quería despertar, deseaba seguir con ese sueño que me relajaba, donde no sentía dolor, rabia y pena.

Durante un tiempo indefinido, ese paso de la somnolencia a la realidad,  era una lucha de los pares craneales que no se coordinaban a la vez, me resistía.

Probablemente fueron segundos, a lo más, algún minuto.

No podía volver a la realidad, olvidar su existencia y poner los pies en la tierra, para seguir dando pasos inciertos, algunos no los quiero dar, más…

Puse un pie, luego el otro, me incorporé, sentí la tibieza del suelo y adelanté primero el pie izquierdo y después el derecho.


Y seguí el camino de la vida, ya no cojeaba y esbocé una sonrisa casi imperceptible, tú no la podías ver.


Sueños rotos - La Quinta Estación 



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