Iba a poner “emocionario” pero la RAE no lo
admite, quería más o menos expresar las emociones que se van acumulando a lo
largo de la vida, en este caso, la profesional.
Y esta mañana temprano he sentido una intensa
emoción de carácter ambivalente (tristeza/alegría).
Me han avisado que estaban en la conserjería
los padres de un antiguo alumno que había fallecido y querían donar varias
cosas al colegio.
Según me iba acercando a ellos, les he
reconocido lógicamente y os imagináis lo duros que son estos momentos a los que
no logro acostumbrarme, pero en los que ya evidentemente “estoy curtida”.
Les hemos agradecido la donación otra
compañera y yo, siempre estamos escasos de recursos y se beneficiarán otros
alumnos del colegio, nos han enseñado una foto más actual de su hijo, cómo ha sucedido todo y cuando
les he dicho que tienen que sentirse orgullosos por lo bien que le han tratado
y por lo que han querido a su hijo, nos faltaban las palabras a todos (momento
nudo en la garganta).
Ha retomado el padre la conversación, aunque
habitualmente la que llevaba al chaval al cole era su madre y a él le veíamos
menos y ha dicho:
“Como en este colegio no ha estado en ningún
sitio y sobre todo gracias a esta señora (yo)”.
Podéis creerme, esto vale más que muchos jamones juntos.
¿Por qué escribo esto?
En el día a día y año tras año, trabajamos lo
mejor que sabemos y compartimos con los alumnos y las familias muchos momentos
y no siempre fáciles y los profesionales, aquí me incluyo, en ocasiones no
valoramos que es muy importante nuestra actitud y por supuesto nuestra aptitud,
nos sentimos poco reconocidos, trabajar con la cronicidad y muy grave en ocasiones,
nos desalienta y un agradecimiento como el de esta mañana hace ser más consciente
de nuestra importante visión/misión.
Yo no sentía que hubiera hecho nada especial
con su hijo, de hecho tenía pocos problemas de salud, me siento muy querida por
las familias del colegio a lo largo de tantísimos años, hoy simplemente,
queridos compañeros todos, docentes y no docentes, hay que mejorar cosas, por
supuesto, pero también hacemos cosas muy requetebién.
Homenaje a este ex alumno y su familia, otra
estrella más que nos acompaña allá donde iremos todos (pongamos el cielo),
(Se siguen aceptando jamones…)
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