martes, 4 de octubre de 2011

OTRA DESPEDIDA EN EL CPEE MARÍA SORIANO




Apenas si llevamos 15 días desde que empezaron el nuevo curso los niños y niñas del Centro, y ayer por la tarde decíamos adiós a una alumna que llevaba con nosotros más de 10 años en régimen de residencia, la semana pasada a un niño externo, que ya dije adiós por aquí, mi manera de recordarles individualmente y compartir con los demás ese recuerdo.

Y además, esta niña, un poco más “nuestra”, dormía y vivía muchos momentos del día con nosotras en Enfermería, y hemos pasado múltiples “aventuras” con ella y su familia.

Superar muchas dificultades de salud a lo largo de los años, nos hacían pensar que este último episodio, se podría resolver también con éxito.

Estos dos últimos días, en los que he pasado muchas horas con mis compañeros y su familia, hemos podido hablar y recordar muchas cosas, anécdotas que a veces de puramente dramáticas, ahora parecían menos y cómo no, las del día a día y momentos de su vida más escolar y más inclusiva o normalizadora, si es que se puede llamar así.

Y mencionar aquí a muchos compañeros de distintos perfiles profesionales que han intervenido en este Proceso, sería interminable, por lo que me voy a permitir hablar de las Auxiliares de Enfermería del CPEE María Soriano, profesionales “exclusivos” en esta Institución Educativa, y que día a día con sus cuidados y cariño, han logrado que la niña haya vivido con una calidad de vida estupenda. Cuidados de salud ha recibido por su parte muchos, pero me consta, lo vivo y veo a diario, que afecto y cariño, también a raudales.

Sé que hoy, están tristes y que la echan de menos y mucho. También sé otras muchas cosas, que estarían fuera de lugar en este escrito, y desde aquí mi reconocimiento y gratitud personal a este colectivo, como Supervisora, mañana se lo daré, hoy me toca descansar a mí y recuperar algo la energía para mañana seguir.

Y cómo no, a mis compañeras y compañeros del Área Sanitaria, especialmente a las Enfermeras (incluidos nuestros 3 enfermeros), también un justo reconocimiento a esa labor diaria, a veces “invisible”, pero sin duda eficaz y muy eficiente.

Y hoy, la vida sigue y otros niños y niñas, seguirán recibiendo por parte de todos esa atención integral que merecen en este Centro PÚBLICO.

Un abrazo especial a su familia, a otra madre singular y especial, de los que sin duda aprendemos mucho, ayer cuando ya se iban, nos verbalizaron su agradecimiento por todo y a todos y que os trasmito por aquí.

“No perdiste a nadie, el que murió, simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además, lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón”.
Facundo Cabral


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Nati ánimo y fuerza para seguir andando el camino.
Un abrazo.

Natividad López Langa dijo...

Querido anónimo/a:

Muchas gracias y seguimos haciendo camino todos.

Un abrazo