martes, 28 de diciembre de 2010

NAVIDAD, SI O NO?


Debate interesante y que además en estos días oigo y veo con frecuencia en distintos medios de comunicación.

Estas fechas, yo las dividiría en varias fases, es más haría un algoritmo de las Navidades, con Si y con No y las posibles actuaciones alternativas, pero hoy me voy a extender un poco.
Esta clasificación es parcial, desde una mujer que recién supera los 50 años, casi agnóstica, pero como me decía un amigo, creyente en Dios cuando me interesa y clase media supuestamente, ya que no sé muy bien actualmente, en que franja estoy .

- Fase 1. LA PRENAVIDAD: Desde cada día antes, hasta el 23 de Diciembre.
• En Agosto ya te ofrecen Lotería.
• En Octubre empiezas a ver anuncios en la tele o vas por la calle y empiezan los primeros síntomas de la Navidad, posibles estrategias comerciales para invitarnos a CONSUMIR. Y empiezas a pensar, ¡que rápido pasa la vida! Si hace un mes estaba viajando y al sol en cualquier lugar descansando de un año laboral agotador.
• Noviembre: los síntomas descritos aumentan progresivamente. Empieza la venta de papeletas de lotería en los trabajos: el club de fútbol del niño, la asociación para la defensa de casi todo, los sindicatos, el número propio de la empresa, diversidad.
Los más precavidos, a pensar en la gastronomía y si tienen buen congelador, a comprar y lo típico, siempre lo típico, queda fatal decir que en Nochebuena has cenado una ensalada y no te has puesto hasta arriba de langostinos.
• Diciembre: En los Colegios empiezan los ensayos de las distintas fiestas navideñas para los niños, esos grandes “protagonistas” de las Navidades. Ya estamos empezando a hacerles creyentes de valores muy cuestionables. Unos que si disfrazados de pastores, renos (esto por Papá Noel), panderetas, árboles con muchas bolas, villancicos que no falten, papás, mamás, abuelos todos deseando ir a ver a sus retoños en ese Belén viviente. ¡qué tierno todo!
Empiezan las comidas o cenas de empresa larguísimas y que cada vez menos invitan los empresarios, si te ha tocado sentarte al lado o enfrente de quién no te apetece en absoluto, estas pensando: a ver si se acaba esto y la pasta que me estoy dejando para parecer “un empleado normal” y no dar la nota.
Los medios de comunicación, las calles intransitables, los escaparates, los autobuses…está claro que se acerca la Navidad.

- Fase 2. !FELIZ NAVIDAD!: desde el 24 de Diciembre hasta el 31:
• Familias reunidas, comidas, muchos platos en las mesas, bebida, demasiada, avanza la noche principal para los católicos, la NOCHEBUENA, y los de siempre comienzan a discutir, salen lo que durante el resto del año se contiene o se evita.
Cada año en casa de uno, o en casa de los padres, o mil fórmulas más, la cosa es que al final, sale una parte de la familia criticando a la otra parte.
• Los muy creyentes, acaban antes por eso de la Misa del Gallo y los no tan creyentes y no creyentes deseando que la cena termine antes. Sales de frutas, y mala noche, con el pavo, cordero o cochinillo dando vueltas y vueltas en el estómago.
• El 25, Navidad, Navidad y la Natividad del Niño Jesús: Toca cambiar de familia, anoche con los tuyos, hoy con los míos y muchas menos pegas en todo. Restos de la cena anterior y en todo caso algún caldo para los que aún sienten el sistema digestivo trastocado. Se me olvidaba, ha venido Papá Noel, o el amigo invisible o lo que sea, y anda que me gusta lo que me ha tocado a mi… y los niños, recordemos que estas fiestas son por los niños, mil regalos y a ser posible muy grandes y con las últimas tecnologías del mercado, por supuesto.

- Fase 3: ¡FELIZ AÑO! : DESDE EL 31 DE DIEMBRE HASTA EL 2
• Esta fase es más “pagana”, los más listos y pudientes desaparecen del mapa y se van a esquiar, viajan y a ser posible a sitios cálidos.
• Otros, toca cambiar de familia, si la fase anterior la han pasado con la misma entera. Se repiten prácticamente las mismas secuencias. Pero esta vez hay una diferencia, hay que esperar al menos hasta las 12, para tomar las uvas, brindar y desearnos lo mejor para el año siguiente. A las 12 y media, los que pueden a sus casas.
• Sigue habiendo mucha comida y demasiado alcohol. Mucho alcohol. Y el que duerme, porque ya se sabe que la Nochevieja no es noche de dormir por decreto, duerme otra vez con la digestión que provoca de todo y los que no duermen y van a las megafiestas o fiestas menos mega, pues a seguir y seguir, hasta que mínimo que tomarse unos churros con chocolate de madrugá.
• Época de buenos propósitos, dejaré de fumar, me apuntaré a un gimnasio, empezaré la dieta, haré….

- Fase 4: LOS REYES MAGOS: DESDE EL DÍA 2 HASTA QUE EMPIEZA EL COLE
• Compras frenéticas y compulsivas, algunos ya dejan vales para usar en las rebajas, esta crisis nos cambia las costumbres.
• Las calles del Centro, abarrotadas, miles de personas, muchas bolsas, niños que se pierden.
• Algunos ya han vuelto al trabajo: feliz año y besos, y otros tratando de esquivar ese ratito y a ver si no veo a Pepito y me libro.
• Se intensifican las galas benéficas, los partidos de fútbol, muchos actos en pro de los niños. Los más jóvenes de la casa y que creen en la magia, soñando en qué Rey Mago le llevará sus regalos.
• Muchas personas, cada día más y sobre todo las sufridas que les toca preparar todo y además las opulentas comilonas, deseando que llegue el día 7 de Enero y se normalice la vida. Los que no preparan comida, sólo se apuntan al circuito de familia tuya y familia mía, también deseando que se acabe esto ya, la hipocresía mayor del Año, las felicitaciones, los regalos, los excesos y que vuelva la cuesta de Enero y permita no salir de casa y disfrutar de la Paz y el Amor que te desean y has deseado a todos.

Lo anteriormente escrito es pura ficción o datos extrapolados de lo visto, oído y escuchado. Mis 52 Navidades, han sido diferentes según edad y estado civil, no todas malas, eso sí, mi mayor fustración, la viví con 5 años, había pedido el Hospital de la Señorita Pepis, en la tele en blanco y negro de entonces, se veía enorme y precioso, y cuando desperté ese día Reyes, me encontré una bandejita con 3 o 4 cosillas, un termómetro de plástico y poco más, ni rastro del hospital que yo quería. Con 5 años ya empecé a cuestionar a los Magos que todo lo podían y por qué a mí, no me habían traido lo que quería.
Desde que falta mi padre, las aguanto peor todavía. Tranquilos los míos, que el día 31 llevo lo que acordamos para la cena de Nochevieja, por cierto que alguien se encargue de llevar las uvas.
Está claro: Un No rotundo a las Navidades, por esto que he escrito y por mucho más, porque es una época en que las carencias afectivas se hacen más evidentes, la soledad de muchos es una auténtica tortura, en las que tenemos que estar felices y mucho y en las que cada vez más los supuestos valores cristianos o de solidaridad, son más hipócritas y decadentes.
Mafalda, genial, nos deja este mensaje

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